Columna Cicuta: Mushashón

Jaime Flores Martínez
Acostumbrado a ofrecer conferencias magistrales para intentar justificar su jugoso salario, al procurador de Baja California Rommel Moreno Manjarréz parece no importarle pasar a la historia como el principal promotor de la impunidad.
Y es que la mayoría de los bajacalifornianos se preguntan qué demonios ha conseguido Rommel en los cinco años que lleva como procurador. Lo más que recuerda “la prole” es sus enredadas declaraciones en entrevistas banqueteras. Don Rommel luce tan rozagante que la sospecha es que recién visitó un exclusivo SPA donde recibió un delicado facial y una minuciosa exfoliación corporal.
Generalmente Rommel ofrece declaraciones luego de impartir “interesantísimas” conferencias que logran adormilar a los presentes. Uno de los asistentes a una de sus intermitentes conferencias preguntó a uno de sus achichincles “si no vendían CDs de Rommel” porque continuamente padecía insomnio.
Algunos abogados consultados por Cicuta, coinciden en calificar como mediocre el desempeño del actual procurador, hasta el punto de ubicarlo como artífice y promotor de la impunidad. Hace casi un año Rommel Moreno le regaló una salida legal al sujeto que propinó una golpiza al periodista mexicalense Antonio Heras Sánchez.
El procurador se atropelló al decir que se trató de «una agresión por riña», sin conocer siquiera las circunstancias de la agresión. Así liberó al troglodita de un eventual contubernio con el gobierno panista. El gorila golpeador adoptó la defensa que le marcó el propio procurador para zafarse del asunto.
La tarde del pasado 23 de febrero, el periodista Heras salió de una conferencia de prensa que ofreció el ex gobernador Eugenio Elorduy, donde sobraron las preguntas incómodas. Heras emprendió la marcha en su automóvil hasta que el tripulante de otro auto le cerró el paso. De ese vehículo descendió un treintañero de 1.80 con cuerpo de ropero. Mientras escupía insultos le propino una golpiza hasta dejarlo como Santo Cristo. El comunicador alcanzo a ver parcialmente el numero de placas del auto del agresor antes de perder el sentido.
Desde ese momento comenzó el viacrucis pues pareciera que la Procuraduría tenía la consigna de proteger al gorila golpeador. En esa dependencia observaron la investigación sumamente complicada, de tal forma que fue el propio periodista logró identificar a su victimario y establecer los posibles móviles de la golpiza. Heras dio la información sobre Oscar Adrian Meza Villavicencio, un sujeto de 31 años dedicado a la venta de seguros. Su estructura física confirma que el golpeador es asiduo al gimnasio, justamente el perfil que prefiere el procurador Rommel Moreno para asumirlos como «cercanos».
El periodista entregó a la Procuraduría una foto que su agresor tenía en Facebook donde porta una metralleta de esas reglamentarias que utilizan los policías estatales. Visiblemente hostigados por la prensa, el director de Averiguaciones Previas y la sub procuradora en Mexicali sostuvieron “una charla” con el agresor confeso para sugerirle pagar los daños ocasionados al escandaloso comunicador.
Sorprendentemente, Los funcionarios dieron trato de “víctima” al agresor. ¿Como entender que en la misma Procuraduría lo asesoraron? Oscar Adrian Meza Villavicencio fue asesorado para que dijera lo mismo que declaró el procurador. Al decir que la golpiza fié debido a «una agresión por riña» la dependencia lo exoneraría.
Y aunque los funcionarios involucrados en el caso se cuidan de no mencionar el nombre de Rommel Moreno, alguno de sus detractores especula sobre la sospechosa protección que ofrece a ese tipazo, calote, bien parecido y bueno para los trancazos. !Ashh, lo defiendo!
Pillos
Muy atento debe estar el delegado de Centenario Jorge Escobar Sánchez, ante eventuales prácticas delincuenciales en las cajas recaudadoras de esa delegación. Don Jorge debe saber que «alguien» en esa oficina se dedica a «clonar» las tarjetas de debito de ciudadanos de buena fe se acercan a realizar sus pagos.
La mañana del martes 8, una ama de casa llegó a la delegación Centenario a pagar su impuesto predial, pero nunca imaginó que algún empleado deshonesto le clonaría su tarjeta. Dos días después se enteró que una tercer persona realizó compras por el equivalente a 15 mil pesos en diversos establecimientos de San Diego.
El marido de la señora le puso tal maltratada que entró en justificada depresión. Esa tarjeta de debito era en realidad una alcancía familiar y con ello una crisis económica. Obvio que la señora solamente habia usado la tarjeta para pagar el predial.
Seguramente al delegado Jorge Escobar le lloverán quejas de parroquianos que ingenuamente usaron su tarjeta para realizar sus pagos. Los delincuentes simplemente sacan una fotocopia de la tarjeta de la víctima y posteriormente elaboran un plástico idéntico para venderlo al mejor postor. Ellos ofrecen la garantía para que el comprador le saque jugo a esa tarjeta al menos por un día.
Que ironía. La señora en mención perdió los ahorros de medio año por cumplir con una obligación ciudadana. El banco le indica que «su dinero le será repuesto» luego de realizar una investigación. Si se desploma la recaudación en Centenario, ahí está el motivo.