- junio 27, 2013
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Hallan restos humanos en fosas clandestinas de Tijuana usadas por “El Pozolero”
Antonio Heras
Proceso
Tijuana.- Restos humanos, sobre todo cabello, huesos y dientes, fueron localizados por policías federales en un rancho utilizado por los carteles de la droga para desaparecer cadáveres de hombres ejecutados en Tijuana.
Un rancho de Valle Bonito, en la frontera de Tijuana, era usado por Santiago López, “El Pozolero” de Teodoro García Simental, “El Teo”, el teniente de la droga que operó de manera inicial para el Cartel de Tijuana al sustituir en 2004 a su hermano Marco Antonio “El Cris”, y cuatro años después se paso al cartel de Sinaloa bajo el mando de Joaquín “El Chapo” Guzmán con la finalidad de obtener la plaza cedida a los hermanos Arellano Félix a finales de la década de los ochenta.
López, quien se encuentra preso en una cárcel de máxima autoridad y se autodenomino “El Pozolero del Teo”, dijo en su oportunidad que había desaparecido en sosa y ácido a 500 hombres pero pretendió expiar culpas al asegurar que nunca extermino a “mujeres ni niños”.
Este martes, agentes de la Unidad de Búsqueda de Desaparecidos de la Procuraduría General de la República (PGR) reiniciaron trabajos periciales en la zona sur del predio donde existen versiones de que fueron enterrados restos humanos tras aplicarles ácido en tambos, según el presidente de la asociación Unidos por los Desaparecidos en Baja California, Fernando Ocegueda Flores.
Dio a conocer que en la primer jornada se localizaron cabellos, dientes y huesos en este rancho ubicado en la parte alta de un cerro.
“Este predio fue revisado en 2009 por autoridades de SEIDO, en ese tiempo encontramos en la parte norte huesos y dientes, pero recientemente en una investigación, hay señalamientos de unas personas que interrogaron, quienes explicaron que en el lado sur se encuentran más personas desechas en ácido”, comentó Ocegueda, un hombre que inicio desde hace un lustro la búsqueda de uno de sus hijos que fue privado ilegalmente de la libertad por unos hombres horas después que otro de sus hijos defendió a su novia del acoso de los integrantes de un grupo musical norteño.
El activista padre de Fernando el joven estudiante desaparecido dijo que con los folículos de una cabellera encontrada en una de las fosas clandestinas se puede obtener ADN y determinar la identidad de al menos una de las víctimas.
En el predio hay una losa de concreto que podría ser la tapa de otra fosa clandestina.
Mientras “El Teo” y “El Pozolero” enfrentan procesos judiciales por su participación en el narcotráfico, cientos de personas prosiguen su periplo para encontrar algún indicio que los lleve a conocer el destino de sus familiares, incluyendo estas fosas clandestinas.
En la guerra entre carteles que se registró entre 2008 y 2009 en Tijuana fueron ejecutadas miles de personas, entre los que se encontraban sicarios y soldados del narcotráfico pero también población civil -víctimas de los daños colaterales los definian las autoridades-, indigentes y adictos, cuyos cadáveres se usaron para enviar mensajes entre “los mugrosos” como se les llamaba de manera peyorativa a personal del Cartel de Sinaloa y la gente del “Albañil”, en alusión a Eduardo Sanchez Arellano, “El Ingeniero”, integrante de la segunda generación de los Arellano Félix y quien tomó las riendas del negocio de las drogas y lavado de dinero en esta frontera al sustituir precisamente a “El Teo”, justo cuando el clan decidio poner orden en la plaza limitrofe con California debido a la violencia generada por los excesos de sus empleados.