Acusan de opacidad estudio de CFE sobre niveles de contaminación de planta de Cerro Prieto

Antonio Heras

Mexicali.- Es opaco e irresponsable el informe de resultados presentados por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sobre los niveles de contaminación que genera la planta Geotérmica Cerro Prieto ubicada en el Valle de Mexicali, señaló el diputado Jorge Eugenio Núñez del Partido de Baja California.

El legislador advirtió que estos estudios reconocen contaminación ambiental y en la sangre de los seres humanos en los «límites permitidos».

En lo general, según la CFE, la contaminación atmosférica de la zona está dentro de los «rangos de tolerancia”, los niveles de metales en la sangre de los pobladores están en “los márgenes” y la calidad del agua en lo permisible.

Para el legislador se omitió el referente sobre normas por las que se rigieron estos estudios, su metodología y los índices de contaminación que establecen los organismos o tratados internacionales para que sean permisibles para el medio ambiente y el ser humano.

“Nos parece irresponsable que en un tema tan delicado, y que ha sido una demanda ciudadana de pobladores del Valle de Mexicali por años, se dé de esta manera: donde los asistentes no recibieron el informe de resultados, metodología ni datos técnicos, a puerta cerrada y sin invitación a medios de comunicación cuando ha sido un tema sumamente mediático”, puntualizó el también presidente de la Comisión de Desarrollo Económico y Comercio Binacional.

En esta zona del Valle de Mexicali se han registrado en los últimas dos décadas afectaciones a la salud de los pobladores de los ejidos colindantes a la planta de generación de energía geotermoeléctrrica, donde la tierra además se ha desecado y dejado de producir algodón y trigo por los niveles de sal en la superficie y subsuelo. La planta de CFE libera en el aire los excedentes de vapor cuando está obligado a instrumentar un proceso de inyección al suelo.

Ante la presión ciudadana, la investigación fue exigida por una Comisión Especial del Congreso de Baja California, en la que la CFE decidió que la realizaran investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México y de la Universidad de Berkeley, Estados Unidos, sin permitir la intervención de ninguna autoridad y organismo locales.