Incendio en Tianguis Binacional «Santo Tomás» de Calexico; Reportan daños en gran parte del Swap Meet

Antonio Heras

Mexicali.- La noticia compartida por el alcalde Gustavo Sánchez provocó reacciones personales y recuerdos pues ¿quién no tiene alguna anécdota en Santo Tomás?

El fuego consumió las instalaciones del tianguis Santo Tomás, un espacio tradicional de venta de artículos al que asisten los compradores mexicalenses.

Durante la noche de este sábado, alrededor de las 20 horas, trascendió el incendio de este mercado popular que se propagó durante horas.

Las llamas crepitaban sobre los puestos de madera y estructura, sobre la mercancía resguardada, las tablas y recipientes de plástico y madera.

En Santo Tomás se encuentra todo tipo de artículos nuevos y de segunda, en los pasillos de tierra deambula la gente para observar, preguntar y adquirir desde salas y colchones hasta alguna herramienta o comerse un burrito y un café.

Hasta el momento no se han cuantificado los daños ni trascendido las causas del siniestro que afectó a este espacio considerado también de convivencia entre los fronterizos.

Decenas de residentes de la ciudad fronteriza californiana de Calexico grabaron con sus celulares el incendio en el que se hablaba de daños totales e irreparables

Mi última vez fue en compañía de mi Marco y por vez primera en 30 años cruzar en moto la garita de Calexico. Era noviembre, hace un mes. Llegamos, recorrimos, compró mi hijo, vimos las limitaciones de viajar en moto pues te limita a comprar cosas pequeñas y comimos un burrito y un café antes de regresarnos a Mexicali.

Mis hijos lo conocen desde niños y allí compramos algunos muebles para la casa o juguetes, eran los tiempos que hasta conicíamos a los marchantes.

Lo importante era pasear, ver los maniquíes de mujeres voluptuosas que muestran pantalones y ropa deportiva, ver si encuentras algún muñeco de tu colección o un aditamento que hasta que lo viste sabes que hace falta en casa.

Ir a Santo Tomás primero y después ir al centro de Calexico se convirtió en un recorrido sabatino.

La primera vez que Jorge Heras cruzó la línea fue con el pasaporte de Marco que andaba de vacaciones en la Ciudad de México pero duró seis años.

Corría por los pasillos polvorientos y después por los comercios de asiáticos en las primeras calles de Calexico. Era un niño, a la mitad de la década de los noventa.