- marzo 19, 2020
- Sin comentarios
- 3 minutos de lectura
Insuficiente la consulta para determinar destino de cervecera: investigador de El Colef
Antonio Heras / Lindero Norte
Mexicali.- Para el investigador de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), Alfonso Cortez Lara, la consulta sobre la cervecera es un elemento complementario pero no suficiente para determinar si se queda o se va del Valle de Mexicali.
Tras exponer que una consulta es insuficiente para tomar una decisión de esta naturaleza, advirtió que si el resultado es contra la cervecera buscará revertir el resultado y si es a favor la comunidad seguirá luchando porque conoce la situación hídrica de Mexicali.
El investigador señaló que el derecho humano se exige a las autoridades que dieron los permisos, en este caso la Conagua, Semarnat y la Secretaría de Protección al Ambiente, por lo que consideró que se deben corregir los procedimientos.
Advirtio que el acta 323 firmada en 207 entre México y Estados Unidos señala que si la Presa Hoover no alcanza los 1 mil 090 pies al nivel del mar se instrumentaria un plan de contingencia que implica ahorros de 51 millones de metros cúbicos de agua. Ahorita estamos por debajo de ese nivel, lo que representa una amenaza, dijo al tiempo de señalar que esta decisión binacional se tomará en agosto.
En tanto, la activista Maricela Horta González del movimiento de resistencia Ensenada de Pie presentó una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por programar esta consulta sobre la instalación de la cervecera Constellation Brands y responsabiliza a Conagua y a las secretarías de Gobernación y a la de Medio Ambiente.
La activista ensenadense aseguró que este ejercicio participativo viola en su perjuicio al acceso preferente de los
recursos, a la consulta y el consentimiento previo, libre e informado, además de su derecho humano a la salud, al agua, a la alimentación y al medio ambiente porque no hubo una consulta previa a su instalación y solo se ha favorecido a los intereses de la empresa.
También reclamó los 9 millones de metros cúbicos de agua anuales que corresponden a Ensenada de acuerdo al Tratado de Aguas de 1944 y que no se entregan por la carencia de una derivación del acueducto del Río Colorado-Tijuana.