- octubre 3, 2023
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Calidad del aire, asunto de salud pública: CIGA
Antonio Heras / Lindero Norte
Mexicali.- Tras lamentar que el presupuesto destinado a vialidades sea muy superior a los espacios verdes, el director del Centro de Innovación y gestión Ambiental, José Carmelo Zavala, advirtió que la contaminación del aire debe ser considerado un problema de salud pública.
Señaló que la Organización Mundial de la Salud relaciona con la mala calidad del aire a 6 millones 700 mil muertes prematuras anuales en el mundo.
Uno de cada tres defunciones se asocia con cardiopatías isquémicas y accidentes vasculares, seguido de enfermedades pulmonares obstructivas e infecciones respiratorias agudas y cáncer en vías respiratorias.
La contaminación del aire representa un fuerte desafío para los gobiernos y habitantes de Baja California, más aún cuando California representa los más altos estándares ambientales federales de Estados Unidos.
En este contexto, agregó, el 4 de octubre se celebra el “Día del Aire Limpio” en California, una iniciativa que alienta a realizar actividades ciudadanas que ayuden a reducir la emisión de contaminantes.
Zavala Álvarez dijo que como vecinos respetuosos y responsables debemos elevar los niveles de las regulaciones ambientales y armonizarlas porque al final compartimos la misma agua y respiramos el mismo aire en Tijuana, San Diego, Los Ángeles, Valle Imperial y el Valle de Mexicali.
“El aire que respiramos impacta nuestra salud, impacta nuestra esperanza de vida y desde luego en nuestros niños y ancianos. Calidad del aire, es un tema que debemos atender como prioridad de salud pública”, señaló el especialista.
El Gobierno de Baja California desarrolla el parque Esperanto en Tijuana, un área verde considerada la más grande de la ciudad con la meta de reforestar con 15 mil árboles un espacio de 360 hectáreas, ubicadas en el vaso de la presa Abelardo L. Rodríguez, con el propósito de mejorar el aire.
Además consideró positivo el programa estatal Respira que incluye en sus proyectos al parque Esperanto y al proyecto lagunar en Mexicali, por los beneficios ambientales y recreativos para los bajacalifornianos.
Sin embargo, calificó de desafortunado que el presupuesto que se destina a los espacios verdes es muy diferente al que se invierte en vialidades.
“Entonces el dilema es qué atiendes en una región en desarrollo, ¿Los vehículos?» comentó al tiempo de recordar que en 2010 se rehabilitaron varios kilómetros de vialidades y se resolvió un problema de tráfico pero «otra vez ya tenemos el problema”.
El ambientalista señaló que la construcción de vialidades es un reactivo a los más de un millón 500 mil vehículos que transitan en la entidad y que es un parque vehicular que va en aumento con el decreto presidencial de regularización de los “autos chocolate”, mientras la contaminación que generan estas unidades se enfrenta de manera tímida, sin contundencia.
Un ejemplo a tomar en cuenta es el Smog Check en California, un programa arraigado que contribuye a la regulación de la emisión de contaminantes, que contrasta con el programa de verificación vehicular abandonado en Baja California, «el cual fue un ejercicio triste y pobre que dejó un mal sabor de boca”.
Egresado del programa LEAD por el Colegio de México, subrayó que Baja California requiere determinación gubernamental para implementar un programa de verificación vehicular con ingresos vinculados a mejorar la calidad del aire, sin que se convierta en un programa recaudatorio.