Comunidad LGTB de Mexicali realiza caravana en contra de la homofobia y discriminación

Jorge Heras, Mexicali, 19 de septiembre.- Alrededor de un centenar de personas se manifestaron por la dignificación de los hombres y mujeres con preferencias sexuales diferentes así como para exigir a las autoridades que acaten la resolución de la Suprema Corte de Justicia (SCJN) y permitan los matrimonios igualitarios.

Alrededor de 16 organizaciones de la comunidad lésbico, gay, transexual y bisexual (LGTB) encabezaron la octava caravana en pro de los derechos de los homosexuales que recorrió las principales vialidades de la ciudad, partiendo de la Avenida Colón con rumbo a la Calzada Independencia, pasando por la zona turística, luego se desplazaron por el Bulevar Lázaro Cárdenas, Río Nuevo y López Mateos, además hicieron una parada en la plaza de gobierno para después finalizar en el Centro Histórico.

A diferencia de otras ciudades del país y de la entidad, en Mexicali hay poca convocatoria para este tipo de eventos, incluso en varias ocasiones tuvieron que ser suspendidos; en esta ocasión lograron reunir a aproximadamente cien personas a pesar que esperaban la presencia de más de 400.

Luis Emilio Ramírez Gómez, uno de los organizadores de la caravana indicó que este movimiento es en respuesta a las agresiones a la comunidad LGTB que se siguen registrando en la capital del Estado.

“Ya estamos cansados de ser aplastados, relegados, y de tener que escondernos en una sociedad de doble moral que inicia desde las autoridades gubernamentales hasta la sociedad en general”, expresó.

El activista comentó que es la primera vez que en Mexicali se reúne tanta gente ya que hicieron presencia organizaciones de ambos lados de la frontera.

Sostuvo que el matrimonio entre personas del mismo sexo es necesario porque, dijo, se trata de un derecho constitucional que todos los mexicanos deben tener independientemente de la preferencia sexual.

Se siguen buscando espacios en el congreso, aseveró Ramírez Gómez, para que el matrimonio igualitario sea una realidad, pero “el gobierno es lento, no quiere hacerlo y no desea meterse en ese tema por miedo a la misma doble moral con la que están regidas las leyes de Baja California y el reglamento municipal”, explicó.

“El matrimonio de Víctor y Fernando –el primero que se registró en Baja California- fue un parteaguas para que la sociedad se diera cuenta que somos personas comunes y corrientes que tenemos que ser escuchados y respetados”, puntualizó, al tiempo de resaltar que “la religión pesa mucho en sociedades como la mexicalense, somos un estado laico y no debe estar regido por una monarquía religiosa”.

La caravana tuvo gran presencia de asociaciones de Tijuana y Ensenada, quienes se sumaron a esta actividad que consideraron puede generar derrama económica al convertirse en un acto que atrae turistas locales y extranjeros.

Lorenzo Herrera, presidente del Fondo de Asistencia para el SIDA en Tijuana, declaró que el último evento de este tipo que organizaron en esa ciudad fronteriza generó divisas para la ciudad por casi 5 millones de dólares.

“Estos movimientos contribuyen al turismo, a la imagen de la ciudad y además ayudan a que la ciudadanía tenga una mirada diferente a la población lésbico-gay”, puntualizó.

El defensor de los derechos de la comunidad LGTB, comentó que Mexicali pudiera ser el municipio con mayor número de personas con preferencias sexuales diferentes pero “el yugo de la religión y del gobierno, han hecho que la comunidad gay en esta ciudad sea más de ‘clóset’”.

Sobre los matrimonio igualitarios, sentenció que en cualquier momento la cámara de diputados local o el gobernador aprobarán que las bodas entre homosexuales se lleven a cabo sin la necesidad de recurrir a un amparo federal.