Informe de Amnistía Internacional integra caso de tortura de tijuanense

Antonio Heras
Tijuana.- Su piel morena y la desesperación de obtener resultados en la supuesta guerra contra el narcotráfico bastó para que un hombre capturado en una redada en Tijuana fuera incriminado por agentes estatales al señalarlo como el lugarteniente de Ismael “El Mayo” Zambada, líder del Cártel de Sinaloa.
Durante su arresto los policías estatales lo golpearon en todo el cuerpo y le produjeron lesiones en el bazo, le rompieron costillas y le perforaron un pulmón, además de remitirlo a una celda de la Procuraduría General de la República por lo que le fue urgente una operación quirúrgica pero su estado de salud se agravó al negarle atención médica en 17 hospitales Tijuana porque trascendió que se trataba supuestamente del narcotraficante sinaloense herido y que “su gente” podría intentar su rescate.
El caso de Adrián Vázquez Lagunez es uno de los que integran el Informe sobre Tortura en México de Amnistía Internacional, organización que presentará sus resultados durante los próximos días.
Sus rasgos físicos no coinciden en nada, además que el arrestado en una camioneta panel que transitaba en el fraccionamiento de Tijuana nació en una comunidad de Veracruz en el Golfo de México, muy lejos de las cosas sinaloenses del Océano Pacífico.
Desde hace dos años está preso en un penal de la montaña de Baja California.
Operativos
Las corporaciones policiales de Baja California fueron alertadas por Interpol, en septiembre de 2012, sobre la presencia en Tijuana y Playas de Rosarito de Gonzalo Inzunza Uriarte, “El Macho prieto”, responsable del trasiego de drogas del cartel sinaloense por el corredor de Sonora y su enclave en Mexicali, Baja California.
Según la Secretaría de Seguridad Pública de Baja California, la policía internacional le remitió datos sobre la operación de lugartenientes del Cártel de Sinaloa y de la Organización Arellano Félix en su territorio.
En las corporaciones había nerviosismo por la fama de “El Macho prieto” en su efectividad en el negocio del tráfico de estupefacientes que incluía la eliminación de cualquier obstáculo para cumplir con la encomienda de la cúpula criminal. A su paso, había dejado “sembrados” a policías sonorenses y bajacalifornianos, así como a traficantes propios y rivales, que osaron desobedecer instrucciones o realizar algún “gane” de droga, como se llama al robo de un cargamento de estupefacientes.
A principios de ese año -en enero de 2012 de acuerdo a fuentes consultadas- fue ejecutado frente al campus de la UABC en Mexicali un policía señalado de robar un cargamento y dinero propiedad de “El Macho prieto” en un operativo realizado en las inmediaciones de San Luis Río Colorado, Sonora, junto con otros agentes municipales y estatales.
El agente descendió de su patrulla en una de las principales vialidades de esta ciudad fronteriza para reunirse con dos emisarios del crimen organizado que lo recibieron con descargas de rifles de asalto. Al día siguiente, el alcalde priista Francisco Pérez Tejada presidió la ceremonia protocolaria por la “muerte de un hombre en cumplimiento de su deber” pero, por la noche, un grupo de sicarios exhumó el cadáver para volverle a disparar y hurtar cuatro coronas de flores que amanecieron en la puerta de la casa de la viuda –que también fue policía municipal- y de otros agentes, de los cuales dos huyeron a Estados Unidos.
Con la información de Interpol, la PEP hizo redadas en al menos tres municipios de Baja California con el propósito de detectar a Inzunza Uriarte o justificar su búsqueda, en donde se produjeron detenciones y allanamiento de casas.
Arresto
El 26 de septiembre agentes de la Policía Estatal Preventiva arrestaron en Tijuana a seis personas, entre las que se encontraban César Alfredo Meza García, “El Tachuelas”, buscado por las corporaciones Drug Enforcement Administration (DEA) e Immigration and Customs Enforcement (ICE) de Estados Unidos, y Adrián Vázquez Lagunez, “El Macho Prieto”, vinculados por el comunicado al Cártel Arellano Félix (CAF), una organización confrontada a la de Sinaloa desde 1990 cuando Ramón Arellano asesinó en una fiesta de bautizo a “El Rayo” López, compadre y operador de “El Chapo” Guzmán.
Esa fue la información que distribuyó la Secretaría de Seguridad Pública, en la cual se precisó que en el Paseo de las Lomas del fraccionamiento Terrazas del Valle se interceptó a los tripulantes de un vehículo Ford Explorer 2002, color negro, cuyo conductor se identificó como Adrián Vázquez Lagunez, de 30 años, originario de Veracruz, y su acompañante dijo llamarse Luís Gabriel Ramírez Dueñas, de 27 años de edad, nacido en San Diego, California, Estados Unidos.
El comunicado informó que le hallaron fajadas a la cintura dos armas de fuego calibre .380, una del lado derecho y otra del izquierdo, un cargador con cinco tiros y 16 envoltorios con droga sintética, además que confesó que le apodaban “El Macho prieto” y era operador del CAF en Tijuana.
La detención de estas seis personas se realizó durante la tarde del mismo día en varios puntos de la ciudad por agentes sin uniforme y en vehículos particulares, entre las que estaba Adrian Vázquez Lagunas, un veracruzano avecindado en Tijuana propietario de dos taxis de ruta conocido como “calafias” y que circulan por las principales calles de esta ciudad fronteriza con su carrocería pintada de negro con una franja roja.
Tras “pasearlo” por varias casas de Tijuana, lo entregaron a la PGR a las 3de la madrugada del 27 de septiembre, aunque la primera información sobre Vázquez Lagunas solicitada al C4 fue a las 19 horas y en el parte policiaco se señala que lo detuvieron a las 21 horas.
En ese lapso fue torturado hasta romperle siete costillas y perforarle un pulmón por lo que fue trasladado al Hospital General de Rosarito con pronóstico reservado y bajo un cerco policiaco y militar.
Debido a su grave estado de salud y las limitaciones en equipo clínico, se intentó internarlo en hospitales particulares de Tijuana pero ninguno lo recibió por el temor de atender las lesiones provocadas por tortura a “El Macho prieto”, cuya fama y supuesta detención se diseminó en segundos en esta frontera, hasta que fue internado en el Hospital General de Tijuana donde lo operaron y le cortaron parte del bazo que resultó también dañado.
A las 24 horas de su presentación ante la PGR –la mitad del tiempo legal- y los medios de comunicación en donde se aseguró que era el teniente sinaloense de las drogas –aunque lo vincularon con el Cartel Arellano Félix- lo ingresaron convaleciente a la Penitenciaría de Tijuana y después lo trasladaron al Centro de Readaptación de El Hongo, en el municipio de Tecate.
Durante el proceso penal, la defensa jurídica de Vázquez Lagunez presentó pruebas de que las armas y los envoltorios de droga le fueron “sembradas” por los agentes estatales y federales, de la tortura de que fue objeto en su arresto y consignación que le produjeron lesiones graves en su organismo, además que le negaron el derecho a la salud por tratarse supuestamente de un hombre dedicado al trasiego de drogas. También tramitó un amparo federal para que las autoridades le dejaran de llamar por un apodo impuesto y al que es ajeno por el estigma que genera en su contra.
Mientras que Insunza Uriarte fue acorralado en un operativo realizado el 18 de diciembre de 2013 en Puerto Peñasco, Sonora, donde oficialmente resultó muerto junto con cuatro sicarios pero su cadáver fue rescatado por integrantes del crimen organizado, a 400 kilómetros de distancia, en el Centro de Reinserción Social de baja seguridad de El Hongo se encuentra preso Vázquez Lagunez y aunque la Comisión Interamericana de Derechos Humanos intervino para solicitar que se le aplicara el Protocolo de Estambul la Procuraduría General de Justicia del Estado ha incumplido.
El veracruzano tiene cuatro hijos, el menor con síndrome de down, durante este tiempo su esposa Judith vendió los taxis para enfrentar el proceso judicial que está por cumplir dos años y trabaja en por las noches en una empresa maquiladora para la manutención de su familia en esta ciudad fronteriza.