- julio 14, 2012
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Columna Lindero Norte: Cambio de piel
Antonio Heras
*Garcia Burgos
*Procurador de cantera
*Fepapita chera
Estamos de vuelta…
Cuando se pensó que la parte política del gobierno de Baja California seguiría pasmado, se empezó a dar el cambio de piel.
Si bien es cierto que la administración pública de Guadalupe Osuna Millán se ha significado por una cascada de cambios en el rostro de su gobierno, las altas y bajas que se reportan a partir de estos días parecen que vienen a darle una bocanada de aire que urgía, según sus propios correligionarios.
La llegada de Cuauhtémoc Cardona tras la invitación presidencial que se hizo al extinto José Francisco Blake Mora, trajo vientos de esperanza para los panistas, sobre todo de la zona costa, que veía a uno de los suyos apuntalarse en los puestos administrativos para refrendar triunfos electorales. El primer desengaño fue el de Ruth Hernandez, pues era insostenible dentro del circulo rojo de Osuna Millán.
Después regresó a Baja California el equipo que acompañó a Blake en la Secretaría de Gobernación, aunque algunos otros se quedaron para integrarse al equipo de Vega Marin. Raúl López Moreno se incrustó en el Sistema Nacional de Seguridad Publica, al igual que Rafael Ayala Lopez, como lo hizo en su momento Rodrigo Gutierrez, Rene Carmona, Alejandro Contreras, Viny Lopez y una serie de etcéteras que viaja cada semana a Tijuana y Mexicali. Nómina no te me rajes, que es el ultimo jalón…
PIFIAS
Ahora, tras las derrotas en las urnas sólo comparables a la elección de 1994, dejó una estela de desesperanza que requiere de una cirugía mayor.
Así se explica el nombramiento de un hombre como Francisco García Burgos, quien ocupó primero el puesto de Oficial Mayor y recientemente en el ISSSTECALI.
García Burgos fue dirigente estatal del PAN y le tocó mantener el famoso corredor azul en el Estado de México, como delegado del Comité Ejecutivo Nacional de ese partido durante la gestión del gobernador priista Arturo Montiel Rojas. En esa época, el secretario de Finanzas era Enrique Peña Nieto.
No es la primera vez que el panista tijuanense fue designado para poner en orden entre las filas albiazules. Por su intervención en el panismo mexiquense logró mantenerse el poder en Tlalnepantla, Naucalpan, Cuautitlán y Cuautitlán Izcalli, entre otros municipios.
En ese entorno se encontraba la convulsionada gestión de panistas en Coacalco y Atizapán de Zaragoza y cuentan los que saben que la encomienda era lograr paz política entre aquellos insurrectos de los principios albiazules que provocaron pifias políticas de gran calado. Hay que acordarse del alcalde actor.
Ahora la situación no es fácil para el PAN.
No es cosa menor si el referente son los comicios locales de 2010 y federales de 2012 donde, por ejemplo, sólo ganó un distrito electoral federal que se traduce en una solitaria delegación municipal.
Trompo a la uña para García Burgos.
El principal reto es vencer a la onda grupera que señalara Ernesto Ruffo alguna vez.
DELITOS ELECTORALES
Tan en boga está el tema de los delitos electorales que hasta el coordinador de la bancada del PRI en el Congreso de Baja California se aventó la puntada para proponer la creación de una fiscalía especializada en estos delitos dentro del ámbito estatal.
Tan puntada es que al abogado ensenadense Julio Felipe García Muñoz se le olvidó que los delitos electorales son de competencia federal. En otras palabras, la propuesta de modificación constitucional debe estar en concordancia con la Constitución General de México.
Más allá de la esfera de competencia y su inconstitucionalidad, lo que llama la atención para algunos analistas es la postura discursiva sobre que el aparato administrativo y burocrático se centrará en la prevención de este tipo de delitos. Cierto es que laceran a la sociedad por ensuciar a la democracia mexicana, al igual que las declaraciones cinicas de políticos actuales y que son buenas intenciones, pero hay que recordar que la naturaleza de este tipo de esfuerzos institucionales se basa en la investigación.
Más instituciones…
Más nómina, más amigos y aliados.
¿Habrá dimensionado el diputado priista apenas la puntita de lo que propuso?
VADERETRO
Quienes andan muinos desde hace una semana son los empleados del Nuevo Sistema de Justicia Penal.
Su molestia es por la presión que ejercen los altos mandos de la Procuraduría General de Justicia del Estado para evitar que estos trabajadores soliciten su basificación. La presión ha llegado a amenazas de las huestes del procurador de cantera Rommel Moreno Manjarrez.
No se trata de administración y procuración, sino de justicia llana.
En casa de herrero, azadón de palo…
Por cierto, el procurador presume de la detención de 28 personas por el delito de trata de personas, así como del rescate de 34 víctimas en tan solo un año. La pregunta es cuantas de estos presuntos delincuentes se encuentran en libertad y cuantos se mantienen en cárceles mexicanas.
El lado flaco, sin duda, la integración de expedientes y la labor de los agentes del Ministerio Público.
Intrilinguis de la alta burocracia