- mayo 12, 2013
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Columna Palco de Prensa: La óptica panista
Gilberto LAVENANT
Los dirigentes panistas, tanto Sócrates Bastidas como Enrique Méndez, así como los candidatos, al menos Francisco Vega de la Madrid, a la gubernatura, y Alejandro Monraz Sustaita, a la alcaldía de Tijuana, tienen graves problemas visuales. En algunos casos, ven perfectamente a la distancia. En otros, no ven lo que tienen frente a sus narices, aunque se les restregué en sus caras.
Cualquiera puede determinarlo. Tienen el mal de “la viga y la paja”. Así se dice de aquellos que ven la paja en el ojo ajeno, pero no son capaces de ver la viga en el propio. Aquellos que distinguen perfectamente las fallas o errores de los ajenos, pero que se niegan a aceptar y reconocer los propios o de los suyos.
Esto lo pueden comprobar fácilmente. Por ejemplo, a Kiko Vega, pregúntenle qué es lo que pretende hacer como gobernador, para solucionar aquellos problemas sociales que durante 24 años de gobiernos panistas no pudieron, o no quisieron, resolver.
De inmediato, como si no hubiese escuchado la pregunta, empieza a tirar un “rollo”, hablando de las “bondades” de los gobiernos panistas, del “sentido social” de los mismos. De “el avance” de Baja California en estos últimos 24 años.
Pero, esperen, antes de que le hagan tal cuestionamiento, pregunten respecto a la problemática que ha observado en sus breves días de proselitismo. Les responderá que uno de los más serios es el desempleo, que ha escuchado a humildes bajacalifornianos, solicitando al menos un trabajo, para lograr ingresos necesarios para el sustento de sus familias.
Quizás también les diga, que se ha topado con la pobreza e incluso hasta con el desinterés de la gente, principalmente de aquellos de economía precaria, ante los temas electorales. Probablemente se atreva a confiarles, que ha visto muchos rostros de decepción, porque los políticos, como él, sólo los visitan en tiempos electorales. Nada más.
En su afán de demostrar su “sensibilida social”, de pronto olvida que el principal responsable del abandono en que se encuentran muchos bajacalifornianos, es el gobierno panista de José Guadalupe Osuna Millán. O sea, su “tutor político”.
Obsérvenlo y podrán percatarse que ante cada pregunta difícil, directa, contundente, tiene un “rollo” y externa una “visión ilusoria”, respecto a la problemática social.
Ahora que, sí quieren hacer algo más a fondo y concreto, pregunten a Kiko lo que pretende hacer para apoyar a las mujeres que son jefes del 30% de los hogares bajacalifornianos.
Pregunten su opinión, respecto al hecho de que casi el 50% de los niños en edades de 3 a 5 años, no asisten a la escuela.
O bien, que cómo le hará para evitar, que Baja California registre la más alta deserción escolar, de niños entre 6 y 11 años.
Que qué le parece, el hecho de que Baja California ocupe el cuarto lugar en ausentismo escolar, a nivel nacional.
En su caso, pídanle su opinión respecto al hecho de que Baja California ocupa el lugar 25, de las 32 entidades federativas, en calidad educativa, en el nivel medio superior.
Que de acuerdo a estadísticas, 20% de las mujeres que dan a luz, son menores de 19 años, producto o consecuencia de que el 17% de jóvenes, entre 14 y 17 aÑos, han tenido relaciones sexuales.
El saldo, pues, de 24 años de gobiernos panistas.
Sin embargo, Kiko se luce y se explaya lo mós que puede, cuando alguien le pregunta qué hará para evitar que regresen a Baja California los gobiernos priístas, que “saquearon la entidad”, 24 años atrás. El panista salta para atrás en el tiempo y relata a detalle lo que los bajacalifornianos “sufrieron” entonces. La distorsión visual, es patética.
Lo mismo le ocurre a Alejandro Monraz Sustaita, candidato a alcalde de Tijuana. Apenas tiene oportunidad y truena contra el actual gobierno priísta. Obviamente, evita reconocer que fue el alcalde panista, Jorge Ramos, quien hipotecó las finanzas del Ayuntamiento de esta ciudad.
Ahora que, hagan la prueba, pregunten, tanto a Kiko como a Alejandro, la relación que tienen con los exalcaldes panistas Jesús González Reyes y Jorge Ramos Hernández, que se ostentan como sus principales asesores y operadores políticos, no obstante la pésima fama que tienen. Tanto uno, como el otro, evitan mencionar los nombres de dichos personajes. Tal vez porque son innombrables para muchos panistas.
Simplemente recurren a respuestas genéricas, dicen que todos los panistas aportan algo en sus campañas, pero ni de chiste aceptan que tales sujetos les son nocivos para sus respectivos proyectos políticos.
Igualmente, abundan en los errores y excesos de los actuales gobiernos municipales priístas, omitiendo recordar los que pudieron haber cometido los panistas, antes de estos.
Asímismo, aparentemente están miopes. Como que no alcanzan a percibir las fallas y excesos de los 24 años de gobiernos panistas en la entidad. Ni siquiera, aunque se los restreguen en sus caras.
Para no desentonar, Sócrates Bastidas, dirigente estatal del PAN, y Enrique Méndez, dirigente municipal en Tijuana, reaccionan y actúan de la misma manera. Esa es la óptica de los panistas.
gil_lavenants@hotmail.com