- mayo 14, 2013
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Columna Lindero Norte: Avestruz
Antonio Heras
Deja mucho que pensar la actitud de Francisco Vega sobre los debates.
Que participe o cancele en ellos es lo de menos e, incluso, puede tratarse de la peregrina idea de reconocer sus limitaciones políticas y personales.
Para nadie es extraño que se enreda al tratar de plantear sus propios razonamientos, aunque puede pretextar que la mente le funciona mas rápido que la lengua. El problema es cuando se carece de argumentos.
Si ese es el caso, pobre Baja California.
Pero aún lo es más cuando, esquiva, se esconde, huye, cierra los ojos ante una realidad.
Si el gobernador José Guadalupe Osuna ha sido criticado por encontrarse siempre de viaje cuando la entidad atraviesa crisis política o toma decisiones críticas, ahora queda un mal sabor de boca porque el aspirante a sucederlo simplemente no dio la cara y optó por asemejar a la avestruz cuando bien pudo sacar la cara para justificar su ausencia en un debate.
Si acaso fuera el candidato a vencer podría explicarse un dejo de soberbia, pero hay que recordarle que siempre termina por ser una medida adversa y negativa.
Si no da la cara, habrá que imaginar lo que hará en un panorama de crisis si acaso llega a ocupar el tercer piso del Centro Cívico.
Sus estrategas lo escondieron en un desayuno con el arzobispo de Tijuana, Arturo Romo, y el exembajador de Mexico en el Vaticano, Luis Felipe Bravo Mena.
(Por cierto, esta ciudad le trae magros recuerdos al exdirigente panista pues uno de sus sobrinos fue secuestrado en plena Zona Río y liberado por el pago de un cuantioso rescate que pago FEMSA donde laboraba el joven ejecutivo).
VEGA
No que muy vega? Se oyó decir entre corrillos cuando salio a decir que en su gobierno se eliminaría de manera universal la tenencia vehicular.
Así, Vega de Lamadrid dijo que este impuesto anacrónico debe desaparecer pues apareció en 1968 con motivo de las Olimpiadas. Seguramente, sus asesores lo obligaron a morderse la lengua al omitir que el mismo los aplicó de 1995 a 1997 cuando fue Secretario de Plantación y Finanzas.
Para llenar el boquete del pago de impuestos, al que se opuso colérico Osuna Millán, toco un tema vedado entre los panistas: la reducción de salarios de funcionarios. Retomo una propuesta que trae su oponente, aunque el priista propone un 50% y el panista dice que lo que sea necesario para obtener 111 millones de pesos al año.
El caso es que salio otro Vega, aunque este Marín, para tratar de corregir la plana en la política avestruz azul.
El exsecretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Publica saco uno de los expedientes coleccionados de Castro Trenti.
Dio a conocer que el priista mentía en sus promesas pues cuando fue secretario de gobierno del municipio de Tijuana su sueldo se incremento en mas de 90 mil pesos mensuales y se le otorgo un retroactivo de mas de 230 mil pesos.
DEBATE
A Castro Trenti se le vio distraído, incomodo en ocasiones, dubitante en otras.
No es fácil tener a un Ruanova Zárate enfrente, sobre todo por el rosario de palabras y de posicionamientos por el que brinca, salta y pregona.
Para algunos cercanos, le falto aplomo y visionario para dejar que la parte contestataria lo hiciera otro candidato. Finalmente parece ser ese el diseño de las campanas de proselitismo en la elección a gobernador.
En los dos equipos competitivos -según encuestas son las alianzas del PRI y del PAN con sus aliados- hay muchos oficiales y nada de infantería muchos fuegos artificiales y poca sustancia, todos estrategas y ningún operador. Un botón de muestra son sus promocionales en tiempos oficiales y aunque se reconoce el nivel de producción, los contenidos están muy pobres.
Por fortuna falta poco para que concluyan las campanas y empezaran las jornadas de “siempre se los dije” y “nunca estuve de acuerdo”.
LABERINTO
Si el Cucuy perdiera vigencia histórica, se pregunta un sabio en la montaña, quien lo sustituiría y traería consigo el temor de sus viejos tiempos.
No se preocucupe, serenísimo hombre, la respuesta estará en breve en la California Antigua.
-Por que lo dices?
-Pues solo imagine lo que temblarán los niños al oír en el camino de La Rumorosa: “Ahí viene el Diablo” o “Ahí viene el Kiko”.
Esa es el laberinto de la democracia.
