- agosto 11, 2013
- Sin comentarios
- 4 minutos de lectura
Caro Quintero, Neto Fonseca y Kiki Camarena
Operación Leyenda (I)
Antonio Heras/Lindero Norte
El doctor ha visto al paciente…’.
Esa frase se escuchó alrededor de la una de la tarde del 7 de febrero de 1985 en el radio de intercomunicación utilizada por los integrantes del Cartel de Guadalajara.
A dos cuadras del Consulado Americano en la capital de Jalisco, Ernesto Fonseca, Don Neto, aguardaba en un carro junto con su jefe de seguridad Ramón Lira y dos hombres identificados como Tatanio y Andréas Tousseau. Así se enteraron que el agente especial de la DEA Enrique Camarena Salazar había sido secuestrado al salir de la representación diplomática.
En el “levantón” de Camarena participó un comando armado con rifles AK-47 y granadas integrado por Samuel Ramírez Razo, René López Romero y Torres Lepe.
Fonseca se dirigió a una casa de la calle Hidalgo y después se trasladó a la casa de Lope de Vega donde había mucha gente armada, de acuerdo a la declaración ministerial de Ramón Lira durante el proceso penal de Rubén Zuno Arce en Estados Unidos.
Al llegar, un hombre de seguridad le dijo a Lira que Camarena ya estaba en una de las habitaciones y que Miguel Ángel Félix Gallardo y otros tres individuos habían ido a levantar al piloto Zavala Avelar.
Un poco más tarde, el contingente llegó con el piloto, cuya cabeza estaba cubierta con una chamarra verde del ejército y con las manos atadas detrás de su espalda, para ser conducido por el patio de la casa al cuarto donde estaba Camarena.
En ese cuarto, estaban Eliseo Vásquez de apoyo, El Beto detenía a Camarena del cabello, mientras que El Italiano operaba una grabadora.
A Camarena le preguntaron acerca del decomiso del rancho El Búfalo, sobre lo que sabía del General Arévalo Gardoqui y de políticos mexicanos, entre ellos de Bartlett, según un documento de la Corte Federal de Estados Unidos.
En dos ocasiones, Lira miró a Rubén Zuno Arce entrar al cuarto y cerrar la puerta, también dijo haber visto que Manuel Bartlett Díaz y Enrique Álvarez del Castiilo abrieron la puerta del cuarto para escuchar el interrogatorio.
En otro momento, Lira observó al doctor Humberto Álvarez Machain entrar al cuarto y salir un poco más tarde para hablar con Fonseca y luego ambos se acercaron a Caro Quintero. Escuchó a Fonseca decirle a Caro Quintero que Álvarez Machain le había reportado que Camarena estaba muy mal y que la respuesta fue que no le importaba porque la persona que se cruzara con él lo pagaría.
El testigo declaró ante el juez que en el transcurso de esa noche, miró en una de las salas principales de la residencia a Ernesto Fonseca, Caro Quintero, Manuel Bartlett Díaz, Rubén Zuno Arce, Pablo Alemán Díaz, Álvarez del Castillo, Juan Arévalo Gardoqui, General Vinicio Santoyo, Manuel Ibarra, Miguel Aldana, José Zorrilla Pérez, Juan Matta Ballesteros, José Contreras Subías, Sergio Espino Verdín, Juan Esparragoza, Miguel Félix Gallardo, Manuel Salcido y Sergio Salcido.
Ramírez Razo y Lira fueron a recoger una ambulancia que pertenecía a ÁIvarez Machain, un regalo de Fonseca, que la estacionaron afuera de la casa y luego regresó a casa de Álvarez Machain.
Antes de las 4 de la madrugada Fonseca se dirigió a su casa de la calle Hidalgo para dormir. Una hora más tarde, salió de su habitación muy enojado al enterarse de una conversación de Caro Quintero con los políticos donde le espetaron que todo estaba arruinado.
A la casa de Lope de Vega, alrededor de las 11 de la mañana del 8 de febrero, regresaron Fonseca, Ramírez Razo, René López Romero, Ramiro Pérez Arellano, Antonio Durán, Florencio Flores, Andrés Tousseau, Bemabé Ramírez, Manolo Rico Asunción Serratos.
En la habitación donde se encontraban Camarena y Zavala discutieron a gritos Fonseca y Caro Quintero, mientras en la sala esperaban Javier Barba y Abelardo Hernández y en la calle había cerca de 60 guaruras.
Fonseca y su grupo salieron hacia la casa de la calle Hidalgo.
Era obvio, Camarena estaba muerto.
El piloto, también ……….
Segunda Parte : El Mexicalense