- diciembre 11, 2013
- Sin comentarios
- 4 minutos de lectura
Amenazan a empleados de El Colef, colocan coronas de flores en su casa
Antonio Heras
Tijuana.- Una pareja de empleados de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef) de Tijuana recibieron amenazas de muerte, a través de la colocación de coronas de flores en la puerta de su casa y disparos de arma de fuego en un vehículo.
Durante la noche de este lunes, alrededor de las 22 horas, un grupo de personas armadas colgaron una corona de flores que se utiliza en servicios funerarios con una banda donde aparece el nombre de la mujer que trabaja en el área administrativa de El Colef. Después realizaron al menos una docena de disparos de arma larga a un carro propiedad de la pareja que se encontraba frente a su domicilio.
La Procuraduría General de Justicia de Baja California inició la investigación una vez que se presentó la denuncia penal en la Agencia del Ministerio Público de la zona del Mariano Matamoros por parte de la pareja, cuya identidad se mantiene bajo reserva por cuestiones de seguridad de su integridad. Trascendió que el hombre labora en el departamento de mantenimiento del organismo académico y de investigación ubicado en San Antonio del Mar.
Este tipo de amenazas de muerte ha sido utilizado por el crimen organizado para sentenciar la suerte de los implicados en ajustes de cuentas, la mayoría de ellas por incumplimiento de algún contrato o servicio en el caso de servidores públicos o por el robo de droga o dinero en efectivo de policías en complicidad de otros grupos delictivos.
En la ciudad de Tijuana se han reportado estas amenazas en contra de funcionarios de la Procuraduría General de Justicia del Estado y del gobierno municipal, mientras que en enero de 2012 se registró en Mexicali un caso que produjo reacciones diversas en la Dirección de Seguridad Pública Municipal y en la Unidad contra la Delincuencia del Crimen Organizado de la PGJE por la aparición de cuatro coronas de flores en casas de policías.
Es el mensaje de muerte del crimen organizado, advirtió un funcionario de la PGJE consultado en febrero de ese año al referirse a una operación policial donde le fue confiscado un cargamento de droga y dinero al Cartel de Sinaloa. «Fue un gane», afirmó al tiempo de asegurar que trascendió que un cargamento de una tonelada y media de cocaína e Ice fue confiscado en la zona de confluencia de Mexicali con San Luis Río Colorado, Sonora.
Las coronas de flores pertenecían a la tumba de un policía municipal acribillado por dos sicarios frente a la Universidad Autónoma de Baja California, el cual fue inhumado con honores por el entonces alcalde priista Francisco Pérez Tejada al considerar que fue victimado cuando “cumplía con su deber”. Tras el sepelio del oficial Jesús Daniel Samaniego Félix, durante la noche del 21 de enero, un comando llegó al cementerio para disparar armas largas en contra de la tumba del policía asesinado y llevarse coronas de flores que fueron colocadas en lo que el crimen organizado sentenció como cómplices del robo de droga y dinero. Dos de esos policías huyeron a Estados Unidos, mientras que el personal de la PGJE señalado en este incidente fue transferido para su protección a otras áreas por el entonces procurador Rommel Moreno Manjarrez.
Reportes recibidos en el Centro de Control, Comando y Comunicaciones (C-4) señalaron que voces anónimas lanzaron amenazas de muerte contra los policías Macgregor, Frausto, Monreal y Samaniego, además del jefe policiaco Marco Antonio Carrillo Maza y hasta del alcalde Pérez Tejada.