- abril 10, 2014
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Columna Indira Mata A- Firma: Política y Negocios a la Bajacaliforniana
Indira Mata Plascencia
El sello de los gobiernos hoy en día es la vinculación de la política y los negocios, que por su origen y naturaleza es claro que ostentan objetivos e intereses diferentes.
A propósito del escándalo por la orden de aprehensión contra el doctor y empresario Guillermo Trejo Dozal, Secretario General de Gobierno de Baja California con licencia temporal, por supuestas operaciones ilícitas en la venta de seguros y/o consultas médicas a bajo costo, cabe ubicarnos en los intereses bajo los cuales transcurren las políticas locales.
Y es el independientemente de la resolución final del proceso judicial hacia Trejo Dozal y otros distinguidos personajes del ámbito médico y empresarial, cabe resaltar que hombres de empresa y políticos de nuestra región han hecho una verdadera mancuerna con muy buenos dividendos para ambos sectores.
Específicamente existen dos versiones de lo anterior: empresarios encumbrados que han pasado por los gobiernos en turno durante las últimas décadas logrando redituables y grandes dividendos que los reconocen en la vida pública como hombres prósperos y exitosos. Pero también está la segunda versión del caso: los políticos destacados y gobernantes que han obtenido en su paso por las instituciones hacer verdaderos negocios, enalteciendo la frase célebre de un político mexicano: “un político pobre, es un pobre político…”
La combinación de política y negocios no distingue partidos o tipo de empresarios, siempre y cuando se logren resultados económicos desde cualquier esquina.
Y para ejemplos, varios botones: el exgobernador panista Eugenio Elorduy Walther concluyó su mandato con el millonario negocio del gasoducto Baja Norte y promoviendo giras pagadas con el erario público para obtener concesiones de las automotrices Toyota y Mazda; el exalcalde blanquiazul y ahora senador de la república Víctor Hermosillo Celada obtuvo para su empresa de ingeniería la construcción de numerosas plantas industriales promovidas durante su gestión municipal y el gobierno estatal de aquel entonces. Claro que hay ejemplos muy recientes de todos los bandos y colores: los negocios de terrenos municipales en Mexicali promovidos a cadenas de autoservicio por la familia del exalcalde priísta Fransico Pérez Tejada Padilla. Pero también está el gran negocio inmobiliario que se reveló pocos días antes de concluir la contienda electoral del 2012: el candidato a gobernador de la alianza encabezada por el PRI, Fernando Castro Trenti, poseía a esa fecha más de 30 bienes inmuebles en la costa de Rosarito, otras propiedades más en San Diego y una residencia de 4 millones de dólares en Las Lomas de la capital del país, que reconoció eran de un “pequeño negocio inmobiliario…”
Está claro que realizar negocios y edificar empresas nunca será ilícito e inmoral, sino todo lo contrario… pero todo parece confirmar que el objetivo de los políticos es el poder de gobierno para obtener negocios millonarios y por parte de los empresarios alcanzar las sillas de las instituciones es de vital importancia para expandir el beneficio económico para ellos y sus empresas…
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