Ciudadanos exigen a SHCP que reduzca precios en importación de vehículos

Anonio Heras
Tijuana.- Con mantas y carteles, un centenar de ciudadanos integrantes del movimiento “Todos somos chocolate” exigieron en Tijuana la reducción en los precios de importación de vehículos.
Los inconformes protestaron en la glorieta a Cuauhtemoc y después frente a palacio municipal donde mostraron su disposición de legalizar sus vehículos para dejar de ser «chocolates» pero advirtieron que los costos fijados por la Secretaría de Hacienda “son muy altos”.
Este tipo de protestas inició hace una semana en las oficinas del Sistema de Administración Tributaria en esta ciudad fronteriza luego que se instalaran retenes federales para incautar las unidades con placas extranjeras, lo que provocó incluso movilizaciones de ciudadanos para prevenir en redes sociales y en las calles la presencia de agentes fiscales.
Las manifestaciones que han emprendido propietarios de carros sin importar mantienen pancartas con leyendas “me costó un huevo comprar mi carro, pero aun tengo otro para defenderlo”, “Que la verificación se las pague su puta madre”, “Chinga SAT umadre” donde piden mejoras en el servicio de transporte público, la reducción de impuestos para importación de vehículos y la eliminación de los incrementos graduales del precio de gasolina.
En la actualidad la venta de autos usados procedentes de Estados Unidos la opera un grupo de empresarios que cuentan con suspensión de amparos contra el decreto de la SHCP por lo que fijan precios menores a los oficiales. De manera extraoficial se conoce que son más de 50 suspensiones judiciales que les permite realizar los trámites en todos los cruces fronterizos de México con Estados Unidos.
Estos amparos son investigados por el Consejo de la Judicatura Federal por la actuación de jueces de distrito adscritos a Mexicali y en el órgano interno de control del SAT por estar vinculados funcionarios de esa dependencia federal.
En la última década se estima que por las garitas internacionales del norte de México se han importado más de 7.2 millones de vehículos -que representa el 40 por ciento del parque vehicular del país- y las pérdidas para la hacienda federal mexicana supera los 5 mil millones de pesos, según un informe de mayo de 2013 de la Comisión de Asuntos Fronterizos del Senado de la República.
Además de la saturación de autos usados que han sido introducidos a territorio nacional bajo el esquema de amparos contra el decreto importación de la Secretaría de Hacienda, entre las conclusiones destaca la afectación de comerciantes establecidos de autos usados en la franja fronteriza y de la industria automotriz nacional, la omisión de contribuciones directas al erario federal, dando como resultado la pérdida de impuestos no recaudados entre 2009 a 2012 y la evidencia de corrupción entre políticos, jueces y servidores públicos.