- agosto 28, 2014
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Rescatan en Tijuana a menor de edad víctima de trata de personas
Antonio Heras
Tijuana.- En el curso de un año, Rosita -una mujer poblana de 17 años de edad- fue rehén de dos hombres que la obligaron a vender su cuerpo por diferentes circunstancias; una para proteger a su hija y la otra para salvaguardar su propia integridad.
Por trata de personas con fines de explotación sexual, agentes ministeriales y estatales de Baja California capturaron a un hombre y una mujer, acusados también de los delitos de corrupción de menores de edad y extorsión.
Se trata de Alejandro Carvajal Cortez y Blanca Pérez Cervantes, ambos de 23 años de edad, quienes contaban con orden de aprehensión del Juzgado Primero de lo Penal, con sede en Tijuana.
La pareja fue denunciada en febrero de 2014 luego que trascendió que una mujer de 17 años de edad era obligada a ofrecer servicios sexuales en las calles de la Zona Norte de esta ciudad fronteriza, a quien le exigían el pago de 200 pesos por cada cliente.
Su explotación sexual inició un año cuando su novio la trasladó con engaños a Tijuana y la obligó a prostituirse bajo la amenaza de dañar a la hija que procrearon ambos, la cual tenía retenida en Puebla su tierra natal, por lo que tenía que hacerle depósitos bancarios hasta que logró convencerlo que dejara a la bebé con la abuela materna.
Al liberarse de la carga que representaba el prostituirse para evitar que lesionaran a su hija y quedar varada en la frontera, una sexoservidora -a quien le confió la situación por la que atravesaba- le ofreció apoyo y un lugar para habitar mientras decidía sobre su destino.
A los tres días de su estancia en la casa de Blanca Pérez Cervantes, su pareja sentimental identificado como Alejandro Carvajal Cortez le advirtió que tenía que trabajar y además estaba obligada a pagarle 200 pesos por cliente.
A partir de esa noche, Blanca se encargó de hacer un reporte telefónico sobre la cantidad de servicios sexuales prestados durante una jornada de siete horas; de las ocho de la noche hasta las tres de la madrugada. También la obligaron a consumir drogas sintéticas.
El 21 de febrero, Blanca agredió física y verbalmente a la menor de edad al detectarla en una tienda en la Zona Norte, fuera del área asignada para ofrecer sus servicios, pero al intervenir otras servidoras sexuales para protegerla se armó un zafarrancho que atrajo la presencia de policías municipales que las trasladaron a un juzgado civil por violar el bando municipal.
La víctima denunció que la pareja la obligaban a ejercer la prostitución, al tiempo que las otras mujeres detenidas declararon que Alejandro las extorsionaba con el pago de 200 pesos diarios por dejarlas trabajar.
Pérez Cervantes y Carvajal Cortés enfrentan cargos por los delitos de trata de personas con fines de explotación y corrupción de menores de 18 años, además que el hombre también fue denunciado por extorsión.
Tras su rescate de ser exploada sexualmente, Rosita se encuentra en un centro de atención a víctimas en espera de su traslado a su lugar de origen para reunirse con su hija-