Capturan a seis migrantes chinos en garita de San Ysidro y a estadunidense que intentó cruzarlos a EU procedentes de Tijuana

Antonio Heras / Lindero Norte

Mexicali.-Lo primero que vieron al abrirse la puerta del camión de carga fue una leyenda que apenas entendieron: «United States», alcanzaron a divisar la bandera de Estados Unidos pero al bajar sus miradas los sorprendió la imagen de un agente de la Border Patrol.

En ese momento se encontraron con la realidad, los seis hombres que cruzaron el Océano Pacífico, acordaron el pago a una red de traficantes de personas para llegar a América, se instalaron unos días en Tijuana para cruzar por una de las garitas internacionales de California, consideradas las rutas más seguras y efectivas para el trasiego de migrantes.

El cruce se fijó para el 7 de noviembre. En la mañana de ese jueves subieron a un camión que sería conducido por un joven estadunidense de 23 años y conocedor del negocio. Su escondite en una falsa pared garantizaba el éxito de una operación que costó 15 mil dólares a cada uno de los migrantes chinos.

Después de dos horas de fila por los carriles de acceso vehicular de Tijuana, se perfilaron hacia una de las casetas. Escucharon sonidos indescifrables, después ruidos y ladridos, hasta que abrieron la puerta para ser detenidos por agentes de la Patrulla Fronteriza instalados en la Garita Internacional de San Ysidro.

El arresto fue confirmado por el director de operaciones de campo del CBP en San Diego, Pete Flores, quien advirtió la existencia de “tácticas inhumanas” de los contrabandistas para ingresar a personas de manera ilegal a ese país.

A los migrantes asiáticos los descubrieron, según los agentes federales, porque la puerta trasera del vehículo quedó entreabierta, además que el equipo canino los alertó. Con un desarmador quitaron una pared falsa y detectaron a un migrante por lo que el vehículo pasó a una segunda revisión donde localizaron a sus otros acompañantes.

En tanto, el conductor fue arrestado y trasladado al Centro Correccional Metropolitano de San Diego, California, para enfrentar procesos penales mientras que a los chinos los condujeron a un Centro de Detención Migratorio.