Crece migración en BC: haitiana en Mexicali; de México y Honduras en Tijuana 

Antonio Heras / Lindero Norte

Mexicali.- En los albergues de Baja California se encuentran 2 mil hombres, mujeres y niños en contexto de migración originarios de Haití, Honduras y México. 

El mayor número de haitianos permanecen en instalaciones municipales de Mexicali, mientras que connacionales de Guerrero y Michoacán y centroamericanos se encuentran en casas de campaña a la interperie en Tijuana. 

Se estima que otros 3 mil migrantes se encuentran en albergues de la sociedad civil de Tijuana y Mexicali, los cuales son atendidos con recursos propios, sin ningún apoyo gubernamental. 

En Mexicali, se instalaron ocho albergues en los Centros de Desarrollo Humano Integral donde permanecen 1 mil 310 migrantes de origen haitiano.

 Se trata de 163 niñas, 186 niños, 518 hombres adultos y 443 mujeres, además de 39 embarazadas. En uno de los albergues, el instalado en las instalaciones del CREA, se encuentra un niño de cuatro días de nacido. 

La alcaldesa Norma Bustamante anunció la apertura de otros albergues ante el arribo de haitianos a esta frontera y solicitó el apoyo a empresarios, industriales y a la comunidad para aportar espacios proclives para adecuarse de manera temporal. 

Apenas este miércoles llegaron en autobús a esta ciudad fronteriza  80 haitianos por lo que se requirió abrir el octavo espacio donde reciben alimento, oferta de empleo y atención médica, incluida vacunación contra covid-19 e influenza. 

En el albergue de El Chaparral, en las inmediaciones de la garita internacional Tijuana-San Ysidro, se mantiene a la interperie un campamento con alrededor de 500 migrantes mexicanos y centroamericanos, la mitad de ellos son menores de edad.

Ante la alerta por la lluvia, la alcaldesa de Tijuana, Monserrat Caballero, los instó a abandonar el sitio para guarecerse en albergues de la sociedad civil o iinstitucionales.

Caballero, quien ha dido reconocida por el presidente Andrés Manuel López Obrador al ser migrante originaria de Oaxaca, instaló un cerco perimetral donde permanecen mexicanos y centroamericanos que solicitaron refugio en Estados Unidos, cuya entrada y salida está restringida a identificarse con una tarjeta que se muestra a los policías municipales.