- octubre 20, 2014
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Columna Ni la Prosa Ni la Rima: La Guasa del Informe
Gustavo Adolfo Póker
Ya sé que la ceremonia se conoce como glosa del informe, pero no me podrán desnegar que el título sugerido es más adecuado.
- Pase usted señor funcionario
- Después de usted señor diputado
- ¿No gusta usted una tacita de café señor funcionario?
- ¿No será mucha molestia señor diputado?
Y así, como parodia de “Los Licenciados” de Carlos Perezares, con funcionarios jirafales y diputados doñaflorindos, arranca la glosa mejor entendida como guasa. Atención que ésta es la tercera llamada, suplicamos a los asistentes pasar a ocupar las pocas butacas vacías que los comparecientes no llenaron con sus seguidores y empleados para evitar que el auditorio se atiborre de chusma, porque va a dar inicio la función:
Y se va y se corre con el secretario de seguridad Daniel de la Rosa, a quien cada día se le adhieren más firmemente los injertos en el cuero que en todos los demás se llama cabelludo pero que en su caso sería una cruel broma. ¿Y cómo diche que diche el checretario que se llama el campo de ejecuciones en que está convertido el estado? Problema de percepción, señores diputados. ¡Perfectamente bien contestado don Dany y déjeme recomendarle fomentos de mayonesa macormik con chiquiadores de papa para que le salga más rápido el pelo. Y de los muertos ni se pase a preocupar, no se le vayan a caer las pocas greñas que apenas le están brotando. Y felicidades porque ya se dejó de peinar con el pelapapas. Gracias diputado. No, gracias a usted, funcionario, ai le mando luego la lista de unos amiguitos que se mueren por chambear con usted, nomás no me vaya a balconear como el hojaldras del Rector.
¿Y a quien tenemos ahora, señor secretario de esta comisión? Tenemos al medio secretario del medio ambiente, que dice que los temas de contaminación no son de su medio, pero que igual medio los combate, y que dice que los reporteros, los camarógrafos, los fotógrafos, los conductores de noticieros, los cablistas, los técnicos y todos los representantes de los medios en general, son una mezcla de chusma y prole que no merecen del medio secretario ni la mitad de una declaración. Muy bien señor medio secretario, ni se mortifique usted porque en Mexicali estemos respirando cochinero y medio y porque en Tijuana se estén intoxicando con el tiradero de desechos tóxicos en El Jibarito, ya ve cómo es de exagerada la gente, no pueden tener los pulmones llenos de plomo porque luego luego dicen que usted nomás se la pasa tirando barra. Chulada de comparecencia señor funcionario. Hombre, qué detalle, señor diputado.
¡Doña Juanita, que gusto verla por aquí, pásese por aquí, donde ya está trapeado, porque los del ORFIS se acaban de ir y nos dejaron un cochinero. Necios estos cabrones que les paguemos el retroactivo, cuando con estas carencias ahora en la casa nomás cloramos la alberca dos veces por semana y el sauna lo tenemos que echar a andar con agua de la llave, con riesgo de pescar hongos y salpullidos!! ¿Cómo va todo doña Juanis? Pues que creen, que el ingeniero corrió al venezolano y se trajo al travieso Guzmán, que parece que ahora sí está funcionando, porque a los gallos del Querétaro les pusimos una recia con todo y su Ronaldinho, pero no se crean, tengo mis dudas porque el Gandolfis ya está gordo y no corre como antes, señor diputado. Pero pues ¿y tullidita del brazo, doña Juanis? Nomás que yo no le preguntaba sobre los Xolos, aunque se agradece la valiosa información, sino sobre la chamba en la secretaría del trabajo, pero si gusta en otra visita nos pone al tanto. Gracias señor diputado. Nombre, qué agradece doña Juanis, saludos al inge y dígale que como dijo el gansito del comercial: Recuérdameeeeeee….
Y por el estilo siguió el desfile de bromas, vaciladas y cortesías mutuas entre los funcionarios jirafales y los diputados doñaflorindos, retierando con este nuevo ejercicio de ley que mientras unos hagan como que hacen y otros hagan como que fiscalizan lo que los otros hacen como que hacen, nadie en realidad se preocupa por cumplir con las obligaciones de gobernar, que debieran hacer los funcionarios, y de fiscalizar, que debieran hacer los diputados.
Así de sencillo, sin glosas que son guasas y comparecencias que son tragicomedias.